Autor: Ignacio Arancibia (Ing. Químico - Chile)
Quienes piensan que Capacitar es un buen negocio para el que entrega información, capacita o instruye, está equivocado, es una función necesaria pero no se puede pensar solamente en hacer dinero de eso... debe ser pensada en función del desarrollo de las personas o grupos o empresas, y bien puede ser un modo de subsistencia pero no es un negocio millonario.
El verdadero negocio de la Capacitación lo debe percibir el grupo o empresa a la cual se está dirigiendo esa capacitación.
Es obvio deducir que, el adquirir conocimientos sobre una especialidad o revisar y reordenar lo ya conocido, es un aporte positivo al objetivo del grupo o empresa. Personal capacitado, reentrenado o, permanentemente informado de las nuevas prácticas, métodos, tecnologías, incluso practicando la revisión de las tecnologías actuales y como optimizarlas, será un aporte al mejoramiento del rendimiento y rentabilidad del grupo o empresa.
Revisar paso a paso sus procesos actuales, compararlos con nuevos procesos, revisar sus procediminetos y mejorarlos, ver las ventajas de automatizar en algunos casos, mejorar rendimientos y productividad con los mismos medios con que cuenta en base a optimizaciones técnicas, revisar y repetir las necesidades de control, aplicar una óptima gestión de calidad, adoptar modernas técnicas de aseguramiento de calidad y seguridad, son algunos de los temas ineludibles en una charla o curso de capacitación.
En el rubro de Alimentos, es practicamente una obligación la Capacitación contínua pues constantemente los organismos reguladores y fiscalizadores están imponiendo cada vez más, nuevas exigencias y, más allá de ello, los consumidores, los clientes, están exigiendo cada vez mejor calidad, variedad y seguridad.
Muchas organizaciones exigen cierto grado académico para aquellos que entregamos capacitación, pero no debe desconocerse que, los profesionales que tenemos largas experiencias en un rubro determinado estamos también "capacitados" para entregar nuestros conocmientos y experiencias en forma natural y espontánea considerando que estamos permanentemente actualizándonos.
Poner en acción las buenas prácticas, adoptar nuevas tecnologías, reconocer la posible obsolescencia de sus actuales equipamientos y métodos, la incorporación de nuevo personal, prepararse en equipo para enfrentar una posible nueva inversión, revisar diseños y optimizarlos, etc., etc., son al menos unos pocos temas que son un motivo de una Capacitación.
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