Por Carlos Berrueta
Cuando tomamos la decisión de encarar la construcción de un Molino o modificar/ampliar un diagrama existente debemos tomar en cuenta algunas premisas iniciales, que deben ser muy precisas.
Acerca de las condiciones, deben estudiarse bien las posibilidades, definir de antemano el Caudal o la Capacidad del Diagrama, el número de pasajes no debe ser una consecuencia del parque de máquinas o material de que se dispone, sino que debe ser coherente con el diagrama que se pretende, a expensas de la maquinaria con que contamos.
Se deberá definir también en esta etapa preliminar la inclusión o no de sasores en el diagrama y en cuantas granulometrías clasificaremos las sémolas de cabeza del molino.
La "Longitud de Contacto" o Longitud de Cilindros es de por si un tema apasionante, por cierto polémico y de eterna discusión entre los constructores. Lo importante en este aspecto es definir la cantidad de pasajes de Roturas, pasajes de Reducción y pasajes de Compresion, lo que representará la segunda condición de cálculo.
Debemos tener claro que en la medida que la capacidad del diagrama aumenta, la distribución de la longitud de contacto será más eficiente y cercana al teórico, en contraposición con lo que sucede cuando estamos en presencia de diagramas de baja capacidad, donde se deberán agrupar productos y/o pasajes, que en teoría deberían tratarse por separado, perdiendo en esta situación ciertas posibilidades y en cierto grado eficiencia en el proceso.
En lo que respecta al Cernido quizás sea la parte más delicada e interesante a tener en cuenta, normalmente se toma como base de calculo entre 5 y 7 m2/10Ton/ 24 horas, estos valores de entre 5 y 7 m2 dependerán en gran medida de la eficiencia de los plansifters a instalar y del desantrape de las telas, teniendo ademas en cuenta que en la medida que aumenta la capacidad del molino se incrementa proporcionalmente la superficie de cernido, que traducida a número de tamices, éste tambien será mayor y con ello aumenta la posibilidad de efectuar una repartición más precisa y equitativa.
Debemos tener en claro que en diagramas de pequeña capacidad de producción, donde el parque de máquinas también guarda relación con la misma, las posibilidades de lograr una alta eficiencia y diversidad en tipos y calidades de harina se ve altamente comprometida, mientras que dichas posibilidades se incrementan proporcionalmente en la medida que la capacidad del molino aumenta, siempre y cuando la cantidad y distribución del equipamiento guarde relación con dicho incremento.
Es en estos diagramas de pequeño tamaño donde tambien se dificulta la instalación de sasores, ya que por el escaso volumen de "sémolas de cabeza"; resulta dificultoso lograr un trabajo de purificación eficiente, debemos tener presente que un sasor debe trabajar con una alimentación adecuada al tipo o tamaño de sémolas a purificar, que deberá estar en el orden de 350/360 Kg por decímetro de ancho de tamiz para sémolas gruesas y que dicha capacidad se reduce significativamente cuando se reduce en calibre de las sémolas a purificar siendo del orden de 210/230 Kg por decímetro de ancho de tamiz para sémolas finas, debemos tener en claro que un sasor trabajando en forma eficiente proporciona grandes ventajas en la calidad de los
productos finales, pero si por el contrario, este trabaja en forma deficiente por motivos de carga, distribución o aspiración, el mismo ocasiona más perjuicios que beneficios.
Respecto a las características edilicias también existe en el presente una tendencia a que los edificios que albergan el parque de máquinas de un molino sean más reducidos y fundamentalmente menos importantes en altura, aquella característica de edificios de 5 o 6 plantas, (Subsuelo incluido), construídos con materiales tradicionales, parecen haber perdido vigencia y hoy tenemos plantas más reducidas, con menor altura, con características de estructuras modulares que reducen en forma importante el costo, el tiempo de construcción y montaje de la fábrica, además de facilitar las tareas de ampliación cuando las mismas son requeridas.
En lo referente a la capacidad y eficiencia de la maquinaria también se observan variantes significativas, si bien el principio de limpia y acondicionado, como el de molienda, clasificación y cernido mantienen su esencia, la mayor capacidad y eficiencia de la maquinaria esta orientada a obtener un ahorro de energía importante, que tiende a eficientizar el costo de producción, acompañado con diseños que aseguran una calidad y condicionas de higiene y salubridad tanto de los productos, como en la preservación del medio ambiente, acordes a las presentes exigencias del mercado, de la legislación vigente en normas de higiene y salubridad y a la seguridad alimentaria para satisfacción del público consumidor.
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